Resulta evidente que la capital de la Toscana desprende un estilo arquitectónico exclusivo y especial, diseñado y elaborado con la elegancia de escultores y artistas capaces de crear un espacio único, sin duda una de las ciudades más atractivas de Italia. Pasear por sus calles fue un sueño hecho realidad, un soplo de placer inolvidable.
La arquitectura de Florencia y la Toscana es tan seductora como su arte. Desde las admirables iglesias románicas hasta los palacios renacentistas y catedrales góticas, la región alberga un tesoro de edificios encantadores y deslumbrantes.
Este arte estuvo dominado por el Renacimiento, un período durante el que destacó el talento individual de muchos artistas y la aportación económica de algunas enriquecidas familias florentinas.
La causalidad y la suerte hicieron que nuestro alojamiento estuviese muy cerca del Puente Vecchio, a la otra orilla del río Arno, en el barrio de Oltrarno, muy cerca del corazón artístico de Florencia y a escasos minutos de la Piazza Santa Maria Novella donde a escasos metros se ubica la Estación central de Trenitalia, imprescindible para visitar el resto de la Toscana.
Piazza della Signoria y Palazzo Vecchio
Después de cruzar el Ponte Vecchio transitamos de frente por la popular y abarrotada Vía Santa María hasta llegar a la derecha a la Via Vacchereccia que nos introduce sin darnos cuenta en la impresionante Piazza della Signoria, uno de los símbolos de la ciudad, que diariamente se llena de turistas, la realidad es que casi sin querer se vuelve una y otra vez.
Custodiando al majestuoso Palazzo Vecchio, sede del gobierno municipal y uno de los edificios más logrados de la ciudad Antigua, no pasan desapercibidas las decenas de estatuas, justo al lado de la Logia dei Lanzi, otro deslumbrante edificio.
Impresiona la gran escultura que representa a Perseo de pie con la cabeza de Medusa después de decapitarla, la estatua de Hércules y Caco, y la fuente de Neptuno culminada por una majestuosa estatua en mármol. La Piazza es un habitual lugar de descanso en escaleras y muros. En cada rincón un detalle.
El centro histórico de Florencia es muy apto para los que les gusta dejarse llevar por las sensaciones o perderse por sus calles. Aunque en este caso resulta fácil y cómodo situarnos en la esquina opuesta al Palazzo Vecchio en la Via dei Calzaiuoli, y seguir adelante hasta el centro mágico de Florencia.
Piazza del Duomo
En torno a la Catedral de Santa María del Fiore, nos sorprende un espléndido conjunto arquitectónico que deja deslumbrados tanto a lugareños como a los cientos de turistas que lo admiran cada día. No todas las calles de Florencia nos llevan a la Piazza del Duomo, aunque llegaremos aquí por la relevante cúpula de la catedral.
De cerca, curiosamente, la cúpula queda neutralizada por la deslumbrante fachada, un festival de mármoles de color rojo, verde y crema. Pocas obras de arte son comparables a este conjunto arquitectónico de Florencia, con el Campanile y Battistero acompañando al Duomo o Catedral. Un lugar inolvidable.
A lo largo del tiempo se han hecho innumerables expresiones sobre este grandioso lugar, unas quizás desbordantes o incompletas y otras muy acertadas, me quedo con algunas, “el Duomo o catedral es un poema decorado en piedra cuya cúpula se eleva triunfal sobre el centro de Florencia”.
“Durante siglos en el Battistero di San Giovanni o baptisterio se bautizaba a todos los niños florentinos, ésto le dio un significado simbólico que lo hizo más apreciado que la propia catedral.”
“El Campanile o campanario de Giotto es una de las torres medievales más hermosas de la ciudad y de Italia. La disposición y temas de las esculturas de esta torre fueron cuidadosamente seleccionados. Las esculturas actuales de la torre son copias.”
Mercato Nuovo y Fontana del Porcellino
Enfrente del Battistero di San Giovanni se inicia la Via Roma que en escasos minutos nos conduce hasta la Piazza della Repubblica y posteriormente hasta el Mercato Nuovo con la popular Fontana del Porcellino, con su estatua de bronce que representa a un jabalí. Es uno de los emblemas más conocidos y populares entre los turistas que visitan Florencia.
Observarmos que el hocico de 'Il Porcellino' está muy desgastado, algo completamente lógico y normal pues la tradición ordena que todo aquel viajero que desee regresar a Florencia o, incluso, solamente quiera tener buena suerte, deberá frotar el hocico con la mano.
La estatua de Il Porcellino que encontramos en la actualidad en el Mercato Nuovo se trata de una copia de la original, hecha con un bronce idéntico. El original está depositado en el Museo Bardini desde 1998, para prevenir su deterioro debido al continuo desgaste producido al tocar el hocico.
Piazzale de Michelangelo y San Miniato al Monte
Se dice que “uno se enamora completamente de Florencia desde la Piazzale de Michelangelo”. Es una propuesta muy interesante. Está ubicada en el otro lado del río Arno. Ascender hasta este popular mirador es una idea muy acertada, y luego subir hasta la hermosa basílica de San Miniato al Monte, “entre el cielo y la tierra”.
La línea 12 bus Firenze sale de Il Prato Barbetti, tiene parada en la Piazza Ognissanti, pegada al río, cruza el Ponte Carraia sobre el Arno, y en la otra orilla del río a la derecha, nueva parada en Via Lungarno Soderini denominada Pescaia Di Santa Rosa. Son las tres paradas más céntricas de esta línea de bus.
El bus realiza un recorrido por una zona alejada del centro, con abundante y llamativa naturaleza, con terrazas, fuentes, escalinatas, numerosos cipreses, palmeras y cítricos, en un espacio rural con grandes mansiones y casonas. Lo mejor es que te deja en la misma atalaya de Michelangelo, un lugar muy concurrido especialmente cuando el sol declina, con unas espectaculares vistas de Florencia.
Debemos dejar algo de tiempo para un último esfuerzo y así poder admirar, un poco más arriba, a la basílica di San Miniato al Monte, para muchos la iglesia románica más bella de la Toscana, con su brillante fachada de mármoles, en medio de un interesante conjunto histórico.
Desde el Piazzale Michelangelo resulta fácil descender hasta la misma orilla del río Arno, existen muchas posibilidades, todas fáciles en poco tiempo, hasta llegar al Ponte alle Grazie, por cierto muy cerca de la Basílica di Santa Croce, o directamente al Ponte Vecchio. Un descenso muy entretenido y cómodo, callejeando por esta parte menos conocida de Florencia.
Ponte Vecchio
El río Arno es un elemento relajante dentro de la arquitectura enredada de esta histórica ciudad, y tienes una sensación muy agradable al pasear a su lado de puente en puente. El insólito Ponte Vecchio es el más conocido, uno de los lugares más simbólicos y afamados de Florencia.
Cada día cientos de turistas recorren el puente y se paran a mirar los escaparates de las pequeñas joyerías instaladas en ambos lados. La historia nos cuenta el milagro de la supervivencia durante más de seis siglos, a pesar de las incontables inundaciones que han arrasado la ciudad, o haber sido damnificado durante la guerra en 1944.
Las tiendas sobre el Ponte Vecchio datan del siglo XIII. Eran carnicerías y pescaderías que podían arrojar los desperdicios al río, de hecho los actuales pórticos cercanos a la parte central fueron diseñados originalmente para permitir el vertido de basura directamente al río Arno.
Santa Croce y Santa María Novella
Si nos situamos en la Piazza della Signoria, en la parte de atrás de la Fuente de Neptuno, también llamada Biancone, de espaldas a la estatua, a la derecha el Palazzo Vecchio, entonces estamos en la Via Dei Gondi, que luego se convertirá en la larga, estrecha y animada Borgo dei Greci, y siguiendo siempre de frente nos llevará hasta la Piazza di Santa Croce.
La Basílica de Santa Croce es otra ostentosa muestra del Renacimiento florentino, una iglesia franciscana que posee una importancia especial pues en ella están enterrados Miguel Angel, Galileo, Maquiavelo y otros distinguidos ciudadanos de Florencia. Posee numerosas capillas prósperamente decoradas. La Cappella dei Pazzi es una de las obras más perfectas del Renacimiento.
Construida por los franciscanos, las obras se iniciaron a finales del siglo XIII, con la idea de superar a Santa María Novella que estaba en siendo edificada en aquella época al otro lado de la ciudad, y que era la iglesia madre de los dominicos florentinos. Curiosamente la actual fachada no es la original, ésta fue añadida posteriormente a mediados del siglo XIX, con un estilo que posee tendencias góticas.
Sin duda, Florencia es un museo al aire libre, cargada de arte en cada una de sus calles y plazas, una ciudad inabarcable. Finalizamos su visita donde la iniciamos, en la Piazza di Santa Maria Novella contemplando el encantador conjunto de la Basilica. Tanto la fachada de mármol bicolor de estilo renacentista florentino como el interior son extraordinarios.
No hay duda que la capital de la Toscana es una de las ciudades más significativas de Italia y del mundo, cargada de arte en muchos rincones de cada una de sus calles y plazas. Hemos sacado la foto tocando el hocico del Porcellino, ……… seguro que algún día tendremos la suerte de volver.
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