En el extremo meridional de Gran Canaria se ha generado un extraordinario campo de dunas producto del intenso trabajo del viento durante mucho tiempo. En este hermoso paisaje arenoso de Maspalomas las olas de arena se asocian con el viento para formar divertidas figuras imaginarias.
Resulta curioso el contraste que se ha originado en esta zona de la isla, con un turismo invasivo que progresivamente, con el paso de los años, ha aumentado el número de residentes y visitantes, y al lado una Reserva de la Biosfera, un espacio necesariamente protegido. Esta Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas posee una superficie aproximada de cuatro kilómetros cuadrados.
Se cuenta que “desde que el faro de Maspalomas emitió su primer destello el 1 de febrero de 1889 hasta que fue declarado Monumento Histórico en 2005, ha sido testigo de la historia y del desarrollo de uno de los litorales más visitados de Europa”.
Este litoral sur de la isla de Gran Canaria históricamente siempre ha recibido gentes de todo tipo, …. aventureros, corsarios, descubridores, comerciantes…… y más recientemente afanosos pescadores. Ahora son turistas que aterrizan en la isla para disfrutar de un clima encantador y una línea costera privilegiada.
Pero ……¿Cómo se formaron las Dunas de Maspalomas?
La creencia más antigua sugiere su origen en la formación lenta del sistema dunar con una acumulación de materiales procedentes de los cercanos barrancos, y también de elementos arrastrados por el mar durante siglos, los vientos alisios empujan la arena tierra adentro. Algo que comenzaría a formarse hace unos 10.000 años.
Pero también existe otra teoría, apoyándose en el impactante tsunami generado por el devastador terremoto de Lisboa en 1755. “Las enormes olas que generó llegaron hasta las costas del continente americano y por el camino barrieron el litoral de las islas atlánticas, entre ellas Canarias. En Gran Canaria, arrastraron arena y la depositaron en la zona de la punta de Maspalomas. La acción del viento se encargó posteriormente de modelar esa arena en dunas,….”
Esta nueva hipótesis se apoya en estudios, sondeos y referencias históricas de investigadores de la Universidad de las Palmas. Por lo estudiado, las dunas de Maspalomas no existían antes de 1800, y no se encontraron documentos ni datos sobre ellas entre los siglos XVII y XVIII. Parece increíble pero es un hecho fascinante dentro de una evidencia incuestionable.
Sea como haya sido, es un espacio seductor, que se extiende desde la playa y el faro de Maspalomas hasta la playa del Inglés. No te cansarás de contemplarlas, ya que cada día el paisaje dunar te ofrece una imagen diferente. A veces su color dorado se esconde por el transito inesperado de una nube, en otras te sorprende la sombra fugaz de una gaviota que planea por el cielo de la isla.
Existen itinerarios marcados, todos con tramos muy atractivos, pero la ruta más popular transita junto al mar desde la Playa del Inglés hasta la Punta de Maspalomas, luego a través de la Playa con el mismo nombre hasta llegar al Faro, punto de referencia de los navegantes modernos.
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