Nº visitantes

jueves, 1 de septiembre de 2016

Cataratas del Niágara – Niagara Falls



   Contemplar las Cataratas del Niágara es una experiencia única, emocionante y difícil de olvidar. En mi opinión, un maravilloso espectáculo que la propia naturaleza nos ha regalado y que merece la pena conocer y visitar.


   Antes de verlas podemos adivinar su ubicación, desde lejos, unos kilómetros antes de llegar, pues apreciamos una gran nube de vapor que se origina por el impacto de la caída de la enorme cantidad de agua. Los indios iroqueses las llamaron Niagara, “trueno de agua”.



   Lo más curioso es que este majestuoso escenario ha sido creado por un río que no llega a los 60 km. de longitud, el Niagara, distancia existente entre Buffalo y la población de Niagara Falls, aprovechando el desnivel existente, de casi 100 metros, entre los lagos Erie y Ontario.



   Al contemplar el llamativo lugar, las sensaciones son muy diversas y sin querer la propia curiosidad te sugiere la pregunta ¿De dónde sale tanta agua? ¡¡¡Casi tres millones de litros por segundo!!!. La primera gran realidad es que los Grandes Lagos americanos están interconectados entre sí, generando un flujo continuo de agua dulce entre ellos hasta llegar al Océano Atlántico, a través del río San Lorenzo.



   En general los ríos no han de salvar grandes desniveles, permitiendo una incesante navegación, y con una mínima actividad erosiva, con la única excepción del río Niagara donde se ha formado una gran garganta de 11 kilómetros desde las Cataratas del Niagara hasta la desembocadura del río en el lago Ontario, debido al desnivel existente.



   Las cataratas están formadas por tres cascadas, una en Canadá, la Horseshoe Falls, y otras dos en Estados Unidos, la American Falls y la Bridal Veil Falls, aunque esta última forma parte de la anterior y apenas se aprecia.



   En el salto americano el río se precipita a través de una brecha horizontal, con enormes piedras en la parte baja, formidable. El salto canadiense tiene forma de herradura, más ancho, es el más apreciado. Una leyenda de los nativos de esta zona dice que “la serpiente maligna cayó al río derrotada, gracias a la ayuda de la sirena o doncella de la niebla, maid of the mist”, que da el nombre al barco que se acerca a las cataratas.



   Sin duda, uno de los instantes más apasionantes de la visita a las cataratas es cuando el pequeño Maid of the mist se acerca a escasos metros de la gran cascada canadiense Horseshoe Falls. ……. Empapados bajo el chubasquero azul, con un ruido impresionante, el barco disminuye su marcha, todos queremos tomar fotos para dejar constancia de unos momentos excitantes aunque el agua nos lo pone difícil………. 



   Poco a poco nos adentramos en el interior de la catarata, muchos gritan aunque nadie les oye, navegamos al borde de lo tolerable, mirar hacia arriba te asusta pero no lo evitas……….. El barco se detiene durante unos segundos, la tensión es grande pero impresionante, luego gira y recobramos el aliento, calados, agitados, ……..y muy contentos, una imborrable experiencia. En nuestra mente siempre permanecerá el recuerdo de las maniobras del Maid of the Mist – La Doncella de la Niebla.



   Las Cataratas del Niágara atraen cada año a millones de turistas, algunos aprovechan su viaje a Nueva York y desde allí buscan alguna excursión organizada de uno o dos días, en avión o en autobús. La realidad es que están situadas a 650 km. de la “gran manzana neoyorquina”.



   Si Niágara es uno de los parajes naturales más impactantes del mundo, Toronto es el alma. Esta acogedora y cosmopolita ciudad, ubicada a 130 km. de las cascadas, está perfectamente comunicada por tren y autobús para poder realizar una visita más cómoda. Greyhound (www.busbud.com) te lleva desde la Toronto Coach Terminal hasta Niagara Falls por un promedio de 10-12 euros por trayecto y persona, en 1 hora 40 minutos, más o menos.



   La capital de la provincia de Ontario te ofrece la posibilidad de pasear por los barrios chino, italiano y caribeño, el centro financiero, la orilla del lago o Waterfront, ………. y subir hasta lo alto de la CN Tower para tener una visión panorámica de esta ciudad con grandes rascacielos. Dicen que en sus calles se hablan más de cien idiomas.



   Todos coincidimos que el recorrido por la vertiente canadiense resulta más llamativo y con excelentes panorámicas. A lo largo del conocido sendero de Niagara River (cerca de las cataratas) y de la carretera Niagara Parkway, encontramos deferentes miradores que te permiten observar todas las cascadas, hasta llegar al borde de la monumental Horseshoe.






No hay comentarios:

Publicar un comentario