Una famosa revista especializada en viajes hizo popular un artículo titulado "Sé uno de los primeros en visitar Macedonia del Norte", publicado en 2019. Han pasado 6 años y el país no ha cambiado mucho, todavía es posible visitar algunas de las ciudades y pueblos más antiguos de Europa, contemplando paisajes que mantienen su estado natural sin la alteración que produce el turismo excesivo.
Es un país pequeño y con un pasado patrimonial seductor, es un rincón balcánico que esconde un valioso legado de las culturas griega, romana y otomana, ostentando una arquitectura tradicional, lagos llenos de encanto y espectaculares montañas.
Es preciso señalar que este país nada tiene que ver con la antigua Macedonia de Alejandro Magno, su padre Filipo y el gran filósofo Aristóteles. El territorio actual no formó parte de aquel histórico reino griego.
Posiblemente la ciudad más conocida y turística de Macedonia del Norte sea Ohrid u Ocrida, la única población de este país que posee el título de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, famosa por su extenso y profundo lago, y calificada como la “joya secreta de la que nunca se ha oído hablar”.
Sin duda, un lugar mágico que merece la pena conocer, un sugerente rincón de Macedonia, peculiar por su especial belleza natural y su interesante herencia cultural. Cada calle y cada rincón de Ohrid parecen mostrarnos sus siglos de historia, capital del primer imperio búlgaro en el siglo X bajo el gobierno de Samuel de Bulgaria, …… y también antigua capital de Macedonia. Es sin duda uno de los asentamientos más antiguos de Europa.
Se dice que llegó a tener 365 iglesias, una para cada día del año. Desconozco la realidad de este hecho pero está demostrado que en el pasado fue considerada como la Jerusalén Eslava. También es evidente que en la actualidad muchas de ellas todavía se conservan y están estupendamente protegidas, un privilegio para los visitantes.
La iglesia-monasterio de San Panteleimon o Pantaleón está considerado como el lugar más sagrado en toda Macedonia del Norte, y miles de cristianos ortodoxos se reúnen en la colina de Plaošnik en las grandes ocasiones religiosas, como Pascuas y Navidad, para celebrar y participar en las liturgias.
La construcción de este monasterio se atribuye a Clemente de Ocrida, y lo utilizó como edificio litúrgico y lugar de instrucción. En este lugar se enseñó por primera vez a los estudiantes el alfabeto glagolítico, utilizado para traducir la Biblia al antiguo eslavo eclesiástico. "Patrimonio natural y cultural de la región de Ohrid", e incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1979.
Desde este histórico monasterio se puede ascender hasta el Castillo-Fortaleza de Samuel, uno de los iconos de la ciudad. Es cierto que no es especialmente relevante, el interior del castillo está vacío y en ruinas, pero paseando por sus murallas y desde sus torreones podemos disfrutar de fenomenales vistas del lago, la ciudad y su entorno.
El lago de Ohrid es un interesante atractivo turístico, comparte su superficie con Albania y es bastante grande. Se dice que es uno de los lagos más antiguos de Europa y del mundo. Es el más profundo de los Balcanes y realmente tiene un encanto especial.
En el descenso desde el castillo se suele transitar por las peculiares callejuelas, encontrando antiguas reliquias como el anfiteatro, monasterios, iglesias ortodoxas, mezquitas, contemplando hermosas casas de paredes blancas, adornadas con plantas y con los típicos pimientos que secan al sol para luego preparar paprika.
Cuentan que históricamente Ohrid siempre ha sido un centro religioso y cultural, nunca ha destacado como un lugar comercial, pero resulta placentero transitar sin prisa por el conocido Old Bazar, ubicado en la zona más céntrica de la ciudad.
En realidad se trata de una sola calle que se extiende desde la Main Square o Plaza Krushevska Republika hasta llegar al paseo de la orilla del Lago. Es un trayecto corto, sin coches, donde se pueden encontrar tiendas y cafeterías de todo tipo, en algunos casos con productos artesanales. Una experiencia distinta a la de los mercados griegos o serbios.
En la plaza se ubica el famoso Chinar Tree, un popular árbol milenario muy conocido, un plátano oriental - Platanus orientalis. Uno de los típicos ´meeting point` de la ciudad. Desde la plaza no pasa desapercibida la mezquita Ali Pasha, con larga historia pero indudablemente más corta que la del árbol. Ciertamente, merece la pena visitar Ohrid.