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martes, 11 de octubre de 2016

Cuevas de Postojna en Eslovenia



   Si está a tu alcance no dejes escapar la oportunidad de realizar un recorrido, aunque sea pequeño, por Eslovenia. Conocido con el sobrenombre de “país verde” suele atraer a senderistas, ciclistas, espeleólogos y amantes de la naturaleza. Aunque es uno de los países europeos más pequeños, posee unos paisajes con una belleza y variedad impensables.


   Se trata de un país joven y acogedor, configurado en 1991 después de la desintegración de la antigua Yugoslavia. Parece como si los Alpes y el Adriático se hayan puesto de acuerdo para modelar el paisaje de este territorio de costumbres eslavas y leyendas de dragones. Un rincón de Europa casi sin descubrir.



   Más de la mitad de su territorio está poblado de bosques, praderías, cascadas y parques naturales. Es un lugar donde predomina la roca caliza que unida al agua de la lluvia y la nieve del invierno ha generado un paisaje con una gran abundancia de cuevas a lo largo de su geografía. Nuestro objetivo se ubica en la región de Carso o Karst. De esta zona precisamente proviene el nombre que se utiliza para designar el paisaje kárstico, en cualquier lugar.



   Desde Liubliana o Ljubljana, la capital de este país, por la A1, en algo menos de una hora, unos 60 km, se llega a la pequeña población de Postoina o Postojna donde se encuentran las conocidas cuevas, las más visitadas de Europa, una de las más grandes del planeta.


   Cerca de 21 km de túneles, un paraíso de estalactitas y estalagmitas algunas convertidas en enormes columnas y otras en proceso de formación. Una obra maestra de la naturaleza que en ocasiones parecen salones de conciertos con la música producida por el incesante goteo que se produce en estas galerías de roca caliza.



   Para evitar problemas con el idioma o con los grupos, debido a las aglomeraciones de gente, se puede alquilar un audio guía, los hay en todos los idiomas. Dentro de la cueva hace frío, la temperatura es de unos 10 – 12 grados. Es recomendable ponerse ropa apropiada y llevar calzado adecuado para evitar resbalones en algunas zonas.


   La visita dura una hora y media, más o menos, y se inicia con un recorrido en un tren eléctrico de casi 4 km a través de varias galerías. El trenecito circula a cierta velocidad por lo que la sensación de frío aumenta. Transita, además, rodeado de estalactitas y estalagmitas, por lo que durante unos momentos nos da la impresión de estar viajando al centro de la tierra. Si vamos con niños, mucha precaución y abrigados.



   Aunque lo más interesante se observa en el trayecto que se hace a pie, durante una hora, aproximadamente, se pueden observar impresionantes cuevas, enormes galerías, espacios abiertos originando salones y diferentes formaciones de distintos colores, dependiendo de los minerales y materiales que se combinan con la caliza. 


   Todos ellos tienen su particular nombre: Salón de los espaguetis, Sala Roja, Puente de Rusia, el Órgano, Sala de Conciertos, conocida por su especial acústica, ……  Al final llegaremos a un nuevo andén para coger el tren de regreso a la salida de esta famosa gruta.


   En este apasionante mundo subterráneo también existe vida natural, ya que es el hábitat del Proteus anguinus, un anfibio albino y ciego, con algunos rasgos de reptil y conocido como el pez humano, por lo que en otras épocas se pensaba que era una cría de dragón que subía a la superficie cuando las aguas de la cueva crecían. Nada anormal, ya que en realidad estamos en la tierra de los dragones.



   En Eslovenia existen centenares de enormes cavidades excavadas por ríos subterráneos, las formaciones kársticas están extendidas por la mayor parte de este territorio desde Ljubljana hasta el mar.
   

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